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FUNDAMENTOS CATOLICOS

La Iglesia Católica y las Sectas

La Iglesia Católica y las Sectas

 

La Sagrada Escritura enseña que Jesús había establecido su Iglesia y que ésta permanecería hasta el fin. Hoy analizaremos y responderemos a la pregunta lógica de todo esto: ¿Cuál es entonces la Iglesia que Él fundó? y ¿Da lo mismo estar en cualquier Iglesia?

Como cristiano, al ser discípulo de Cristo, estoy obligado a buscar su voluntad y a proclamarla. Actualmente existen más de 20,000 sectas y no todos pueden tener la verdad, ni todos pueden tener la razón, ni todos pueden ser la Iglesia que Cristo fundó.

Veamos entonces cuáles son las razones u opiniones que algunos dan para "decir" que ellos son esa Iglesia o que eso no les interesa. Después veremos porqué estamos convencidos de que la Iglesia que Cristo fundó y en donde se encuentra la plenitud de los medios de salvación es la Católica. Bienvenido:

1.- El Truco De Los Nombres.

Tenga la seguridad que más de una vez lo va a oír - o ya lo escuchó - la idea que algunas sectas manejan diciendo: Nosotros somos la Iglesia de Cristo porque ’nuestro nombre está en la Biblia’ e inmediatamente agregan: búsquelo usted mismo y en su Biblia verá que ahí Jesús habla de nosotros cuando dice que somos "la Luz del mundo" y ese es el nombre de nuestra Iglesia, por lo tanto, nosotros somos la Iglesia de Cristo.

Un truco muy similar a este, lo hacen "la Iglesia de Cristo"; los "nazarenos"; "seguidores del camino"; los "Testigos de Jehová"; los "cristianos" y otros más que andan por ahí.

Vaya manera de razonar de algunos… ahora resulta que cualquier grupo religioso inventado hace unos días busca "un nombre bíblico" y sale afirmando que son la Iglesia verdadera. Es como si a nuestra casa llegara un señor y nos dijera: "présteme por favor mil dólares, soy el famoso Michael Jackson - así me llamo yo, Miguel Jackson- pero soy el verdadero artista porque tengo el mismo nombre". Así de infantil es el pseudo-argumento de las sectas y lo peor del caso es que hay personas ingenuas que lo creen y lo van repitiendo.

Más adelante va a salir otra secta afirmando ser la verdadera Iglesia y sacará el pasaje donde dice Jesús: "Ustedes son sal de la tierra", su grupo se llamará "Iglesia sal de la tierra" y sus miembros se llamarán los ’salados’ de los penúltimos días. Ni modo, siempre habrá gente "más viva" que vive a expensas de los no tan "vivos". Por algo Jesús nos dijo:

"Sean astutos como serpientes y mansos como palomas". Mt 10,16

2.- El Sentir Bonito no es sinónimo de estar en la verdad.

Este es el común denominador de las sectas religiosas de línea pentecostal. Sus frases preferidas son: "Aquí en esta Iglesia sí siento la presencia de Dios"; "desde que dejé la Iglesia católica y estoy en esta otra, siento más a Jesucristo en mi vida"; "esta es la iglesia verdadera porque aquí se siente la presencia del Espíritu Santo en el corazón"… Actualmente para muchas personas lo importante es sentir, lo demás no importa o es secundario. Confunden la verdad, con el sentimiento. Después de unos meses que les pasó la novedad se cambian a otra Iglesia donde vuelven a sentir.

Es la Iglesia de los ’sentidos’. El emocionalismo en su máximo esplendor. Si sienten bonito con los Mormones se hacen mormones, si sienten con los espiritistas se van a ese grupo y si se sienten bien en un grupo esotérico allá van a parar. Para mucha gente la verdad está en la emoción.

Al parecer ya se les olvidó que Nuestro Señor Jesucristo no sintió bonito cuando estaba en la cruz. Basta recordar su expresión en la cruz cuando grita: "Dios mío, Dios Mío por qué me has abandonado". El mismo Jesús dijo: "El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame" (Mc 8,34). La Cruz no es señal de sentir bonito. Así que si alguien busca con sinceridad estar en la Iglesia de Cristo, el criterio de identificarla por el sentimiento es de lo más anti-cristiano.

3.- Una Iglesia espiritual y visible al mismo tiempo.

Hay un tercer grupo de hermanos evangélicos que a la hora de hablar sobre la importancia de estar en la Iglesia de Cristo simplemente dicen que eso no importa, ni interesa, que lo importante es reconocer a Cristo como Señor y salvador personal, porque las Iglesias no salvan. Con esta idea las sectas actuales se convierten en ’nietas de Lutero’, pues es una de las ideas fundamentales que él manejo. En realidad no es tan fácil como lo dicen, ni es cierto que la Iglesia sea puramente invisible o espiritual. La Iglesia es visible e invisible, humana y divina, espiritual y corporal al mismo tiempo.(Ti 3,10;1 Cor 12,13; Lc 10,16;Heb 10,25) Hablar de una Iglesia puramente invisible es un pretexto para que cualquiera funde la suya.

La Biblia y la historia nos demostrará ahora, cuál es la Iglesia que Él fundó.

4.- La Iglesia que Cristo fundó es la Católica.

Esta es la gran verdad que hay que gritar por todos los medios. Lo del truco de los nombres, el sentir bonito y lo de la Iglesia invisible son trampas que las sectas manejan como «cortinas de humo» para distraer de la verdad irrefutable acerca de la Iglesia Católica como la Iglesia que Cristo fundó. Estamos totalmente seguros de eso por tres razones:

  1. Por la Biblia
  2. Por la Historia
  3. Por la sucesión apostólica

1.- Por la Biblia hemos visto y comprobado que Cristo fundó una sola Iglesia(Mt 16,18) y que esa Iglesia durará hasta el fin del mundo(Mt 28,20). La consecuencia lógica de eso es que hoy en día debe de estar. Nuestra tarea consistirá en encontrar de entra todas a la verdadera. Al hacer esto, veremos cómo la historia y la sucesión apostólica, nos mostrarán que la única Iglesia que viene desde el tiempo de Cristo es la Católica. Vayamos a la historia, e investigemos en ella, para saber cuál es la Iglesia que viene desde el tiempo de Cristo. Si no viene de ese tiempo, cualquier cosa que digan tiene poco valor.

2.- Por la historia se comprueba de la siguiente manera: Si preguntamos a un mormón, un testigo de Jehová o a un evangélico que nos digan el nombre de uno solo de sus miembros en el año 1500, simplemente ninguno de ellos podrá contestar porque no existían. La verdad es que la mayoría de las iglesias protestantes y de las sectas religiosas tienen 100, 300 ó 400 años que se fundaron. Por lo tanto, no pueden ser la Iglesia que Cristo fundó. Podrán decir que tienen un templo más grande; más canales de televisión;un coro más bonito y que regalan mucho queso amarillo... pero lo que estamos buscando es la Iglesia de Cristo, la que viene desde el año 33 y por supuesto que no es ninguna de ellas.

Echémosle un vistazo a la historia y veamos cuando se fundaron algunas sectas, grupos religiosos e Iglesias protestantes:

Nombre Fecha Fundador

Luteranos 1521 Martín Lutero

Presbiterianos 1560 John Knox

Calvinistas 1533 Juan Calvino

Anglicanos 1534 Enrique VIII

Rosacruces 1614 Valentín Andrea

Metodistas 1791 John Wesley

Ejército de Salvación 1878 William Booth

Ciencia cristiana 1879 Mary Baker

Iglesia de la Unificación 1954 Sun Myung Moon

Testigos de Jehová 1876 Charles Russell

Mormones 1830 Jose Smith

Bautistas 1611 John Smith

Asamblea de Dios 1915 Varios

Evangelicos 1916 Iglesias Varias(Panamá)

Sabatistas 1863 Hellen G. White

Luz del Mundo 1926 Joaquín Aaron

Pentecostales 1901 Varios

Iglesia Universal 1970 Edir Macedo

En cambio hay miles y miles de datos, personajes y concilios, que nos pueden mostrar que la Iglesia Católica viene desde el tiempo de Jesucristo. Veamos algunos de ellos por poner algunos ejemplos de los más significativos:

Año Hecho o personaje Iglesia

2002 Juan Pablo II Católica

1875 Concilio Vaticano I Católica

1545 Concilio de Trento Católica

1220 San Francisco de Asís Católico

710 San Adrián de Canterbury Católico

430 San Agustín de Hipona Católico

397 Concilio de Cártago Católica

318 San Cirilo de Jerusalén Obispo católico

290 San Antonio Abad Católico

240 San Cipriano Obispo católico

177 San Ireneo de Lyon Obispo católico

90 San Ignacio de Antioquía Obispo católico

Todos ellos eran Católicos que creían en la Eucaristía; En el Papa; En la Virgen María y en la comunión de los santos. De esta manera nos podemos remontar hasta el tiempo de Jesucristo. Por eso podemos decir:

Fecha Fundador Iglesia

33 Jesucristo Católica

San Ignacio de Antioquía es uno de los primeros en usar la palabra «católico» en el año 100 aproximadamente. Eso lo dijo en la carta que escribió a Esmirna. Al principio, la Iglesia tenía varios nombres:

*Seguidores del camino, en Hech 19

*Nazarenos, en Hech 24,5

*Cristianos, en Hech 11,23

*Iglesia de Cristo, en Hech 20,28

Y muchos otros. A los pocos años, el nombre que se fue usando y quedando más, fue el de católicos. Como decía un padre de la Iglesia: «Mi nombre es cristiano y mi apellido es católico». Por la historia pudimos comprobar que venimos desde el tiempo de Cristo. Católico significa universal.

3.- Veamos ahora el tercer camino para confirmar que la Iglesia que Cristo fundó es la Católica. Primero vimos la Biblia, después la historia y en tercer lugar veamos la sucesión apostólica. Esto significa que siempre ha habido un sucesor de la Apóstoles. Desde Pedro hasta Juan Pablo II. 265 Papas. El primero fue Pedro, después siguió Lino, luego Anacleto, Clemente, Evaristo etc. hasta llegar a Juan Pablo II.

Ninguna de las sectas religiosas puede decir algo parecido. Si uno empieza a investigar quién es su jefe actual y quién estuvo antes, nunca llegarán hasta el tiempo de Cristo, pues ni existían. A veces ni siquiera se sabe quién es el jefe o pastor principal actual de ellos, menos el de hace siglos.

Es lógico que si Nuestro Señor Jesucristo escogió a Pedro para que fuera el pastor visible de su rebaño (Jn 21,15-17) alguien tendría que continuar con su misión, pues el Evangelio tiene que ser predicado por todo el mundo (Mc 16,15) hasta al final de los tiempos (Mt 28,18-20). Por este motivo, al morir el primer Papa (Pedro) hubo un sucesor que fue Lino y así sucesivamente hasta llegar al actual Papa: Juan Pablo II.

De esta manera, la Biblia, la Historia y la Sucesión Apostólica nos confirmaron que la Única Iglesia que Cristo fundó es la Católica. Esta es una gran verdad que hay que gritar por todos los medios y compartirla a todos cuanto podamos.

Por eso podemos decir: Católico Nací, católico moriré. No por tradición solamente, sino por convicción plena de estar en la Iglesia que Cristo fundó.

Asi que, ánimo hermano, y definitivamente no da lo mismo estar en cualquier Iglesia.

Si Jesucristo fundó su Iglesia: la Católica, no fue para dejarla como un adorno secundario en la vida del cristiano.

El Sacramento de la Reconciliación

El Sacramento de la Reconciliación

 

Naturaleza

Penitencia en su sentido etimológico, viene del latín “poenitere” que significa: tener pena, arrepentirse.

Cuando hablamos teológicamente, este término se utiliza tanto para hablar de una virtud, como de un sacramento.


Como virtud moral:

Esta virtud moral, hace que el pecador se sienta arrepentido de los pecados cometidos, tener el propósito de no volver a caer y hacer algo en satisfacción por haberlos cometidos.

Cristo nos llama a la conversión y a la penitencia, pero no con obras exteriores, sino a la conversión del corazón, a la penitencia interior. De otro modo, sin esta disposición interior todo sería inútil. (Cfr. Is. 1, 16-17; Mt. 6, 1-6; 16-18)

Cuando hablamos teológicamente de esta virtud, no nos referimos únicamente a la penitencia exterior, sino que esta reparación tiene que ir acompañada del dolor de corazón por haber ofendido a Dios. No sería válido pedirle perdón por una ofensa a un jefe por miedo de perder el trabajo, sino que hay que hacerlo porque al faltar a la caridad, hemos ofendido a Dios. (Cfr. Catec. no. 1430 –1432)

Todos debemos de cultivar esta virtud, que nos lleva a la conversión. Los medios para cultivar esta virtud son: la oración, confesarse con frecuencia, asistir a la Eucaristía – fuente de las mayores gracias -, la práctica del sacrificio voluntario, dándole un sentido de unión con Cristo y acercándose a María.


Como sacramento:

La virtud nos lleva a la conversión, como sacramento es uno de los siete sacramentos instituidos por Cristo, que perdona los pecados cometidos contra Dios - después de haberse bautizado -, obtiene la reconciliación con la Iglesia, a quien también se ha ofendido con el pecado, al pedir perdón por los pecados ante un sacerdote. Esto fue definido por el Concilio de Trento como verdad de fe. (Cfr. L.G. 11).

A este sacramento se le llama sacramento de “conversión”, porque responde a la llamada de Cristo a convertirse, de volver al Padre y la lleva a cabo sacramentalmente. Se llama de “penitencia” por el proceso de conversión personal y de arrepentimiento y de reparación que tiene el cristiano. También es una “confesión”, porque la persona confiesa sus pecados ante el sacerdote, requisito indispensable para recibir la absolución y el perdón de los pecados graves.

El nombre de “Reconciliación” se debe a que reconcilia al pecador con el amor del Padre. Él mismo nos habla de la necesidad de la reconciliación. “Ve primero a reconciliarte con tu hermano”. (Mt. 5,24) (Cfr. Catec. nos. 1423 –1424).

El sacramento de la Reconciliación o Penitencia y la virtud de la penitencia están estrechamente ligados, para acudir al sacramento es necesaria la virtud de la penitencia que nos lleva a tener ese sincero dolor de corazón.

La Reconciliación es un verdadero sacramento porque en él están presente los elementos esenciales de todo sacramento, es decir el signo sensible, el haber sido instituido por Cristo y porque confiere la gracia.

Este sacramento es uno de los dos sacramentos llamados de “curación” porque sana el espíritu. Cuando el alma está enferma debido al pecado grave, se necesita el sacramento que le devuelva la salud, para que la cure. Jesús perdonó los pecados del paralítico y le devolvió la salud del cuerpo. (Cfr. Mc. 2, 1-12).

Cristo instituyó los sacramentos y se los confió a la Iglesia – fundada por Él – por lo tanto la Iglesia es la depositaria de este poder, ningún hombre por sí mismo, puede perdonar los pecados. Como en todos los sacramentos, la gracia de Dios se recibe en la Reconciliación "ex opere operato" – obran por la obra realizada – siendo el ministro el intermediario. La Iglesia tiene el poder de perdonar todos los pecados.

En los primeros tiempos del cristianismo, se suscitaron muchas herejías respecto a los pecados. Algunos decían que ciertos pecados no podían perdonarse, otros que cualquier cristiano bueno y piadoso lo podía perdonar, etc. Los protestantes fueron unos de los que más atacaron la doctrina de la Iglesia sobre este sacramento. Por ello, El Concilio de Trento declaró que Cristo comunicó a los apóstoles y sus legítimos sucesores la potestad de perdonar realmente todos los pecados. (Dz. 894 y 913)

La Iglesia, por este motivo, ha tenido la necesidad, a través de los siglos, de manifestar su doctrina sobre la institución de este sacramento por Cristo, basándose en Sus obras. Preparando a los apóstoles y discípulos durante su vida terrena, perdonando los pecados al paralítico en Cafarnaúm (Lc. 5, 18-26), a la mujer pecadora (Lc. 7, 37-50)…. Cristo perdonaba los pecados, y además los volvía a incorporar a la comunidad del pueblo de Dios.

El poder que Cristo le otorgó a los apóstoles de perdonar los pecados, implica un acto judicial (Concilio de Trento), pues el sacerdote actúa como juez, imponiendo una sentencia y un castigo. Sólo que en este caso, la sentencia es siempre el perdón, sí es que el penitente ha cumplido con todos los requisitos y tiene las debidas disposiciones. Todo lo que ahí se lleva a cabo es en nombre y con la autoridad de Cristo.

Solamente si alguien se niega – deliberadamente - a acogerse la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento estará rechazando el perdón de los pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo y no será perdonado. “El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón nunca, antes bien será reo de pecado eterno” (Mc. 3, 29. Esto es lo que llamamos el pecado contra el Espíritu Santo. Esta actitud tan dura nos puede llevar a la condenación eterna. (Cfr. Catec no. 1864)


Institución

Después de la Resurrección estaban reunidos los apóstoles – con las puertas cerradas por miedo a los judíos – se les aparece Jesús y les dice: “La paz con vosotros. Como el Padre me envío, también yo los envío. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Recibid al Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedaran perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. (Jn. 20, 21-23) Este es el momento exacto en que Cristo instituye este sacramento. Cristo - que nos ama inmensamente - en su infinita misericordia le otorga a los apóstoles el poder de perdonar los pecados. Jesús les da el mandato - a los apóstoles - de continuar la misión para la que fue enviado; el perdonar los pecados. No pudo hacernos un mejor regalo que darnos la posibilidad de liberarnos del mal del pecado.

Dios le tiene a los hombres un amor infinito, Él siempre está dispuesto a perdonar nuestras faltas. Vemos a través de diferentes pasajes del Evangelio como se manifiesta la misericordia de Dios con los pecadores. (Cfr. Lc. 15, 4-7; Lc.15, 11-31). Cristo, conociendo la debilidad humana, sabía que muchas veces nos alejaríamos de Él por causa del pecado. Por ello, nos dejó un sacramento muy especial que nos permite la reconciliación con Dios. Este regalo maravilloso que nos deja Jesús, es otra prueba más de su infinito amor.

Los Sacramentos

Los Sacramentos

 

Como el amor es algo que no es fácil de demostrar, ya que es invisible e interior, como invisible es Dios, se necesita descubrirlo por medio de signos, que son realidades que el hombre puede entender y ver. Por ejemplo, no basta con sentir o pensar que se ama a alguien, hay que demostrarlo con palabras y gestos para que el otro se sienta amado.

En el sentido etimológico, la palabra latina “sacramentum” es un sustantivo que se deriva del adjetivo “sacer” – “sacra” – “sacrum” que significa algo que santifica (“res sacrans”) y equivale en griego a la voz “misterio” (cosa oculta, sacra, o secreta). En ellos se realiza la acción oculta de Dios que se revela en cada acto donde existe un compromiso del hombre frente a Dios. En un principio, el Plan de Dios para los hombres era algo oculto, es en Cristo donde se logra su total manifestación. La obra de Cristo es sacramental porque el misterio de salvación se hace presente bajo la acción del Espíritu Santo.

Por ello, Jesucristo instituye los sacramentos que “son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina” (Cat. n.1131). Ellos son un puente entre Dios y el hombre, donde se obtiene plena comunicación. Son signos sensibles de una realidad sagrada, espiritual, invisible – no se puede palpar la gracia – y trascendente. Mediante ellos, los fieles se unen a Dios y participan – de manera misteriosa y real – de la vida divina. Poseen una “eficacia” sobrenatural que hace posible que la gracia se produzca, no son algo que significa la gracia, sino que la producen.

Al haber sido confiados los sacramentos a la Iglesia, ellos son de la Iglesia Cat. n.1118. La Iglesia es considerada como sacramento de la acción de Cristo – que actúa en ella por medio del Espíritu Santo- y por ser signo e instrumento de la unión con Dios y de la unidad de todo el género humano. (Cfr. Vaticano II, Const. Lumen gentium, n.1). Por lo tanto, los sacramentos existen “por ella” y “para ella” porque son los que constituyen la Iglesia.

Todo lo que Cristo hacía y decía en su vida oculta y en su vida pública – aunque a veces resultara incomprensible - tenía un sentido de salvación. Era la preparación que se necesitaba para cuando llegara el momento de entregar a la Iglesia todos estos misterios.

Lo que Cristo da en los sacramentos, por medio de la Iglesia y sus ministros, tiene su fundamento en los misterios de la vida de Cristo. Los sacramentos son las obras maestras de Dios.

La Iglesia – sacramento universal de salvación – es el signo visible de la presencia de Cristo presente entre los hombres. Cristo le da a su Iglesia los sacramentos – “maravillas de Dios” – y estos hacen que Ella cumpla con la misión de santificar, distribuyéndolos a los fieles, como camino hacia la santificación.

El Santo Rosario

El Santo Rosario

 

Hasta ahora se ha considerado como la mejor definición del Rosario, la que dio el Sumo Pontífice San Pío V en su "Bula" de 1569: "El Rosario o salterio de la Sma. Virgen, es un modo piadosísimo de oración, al alcance de todos, que consiste en ir repitiendo el saludo que el ángel le dio a María; interponiendo un Padrenuestro entre cada diez Avemarías y tratando de ir meditando mientras tanto en la Vida de Nuestro Señor". El Rosario constaba de 15 Padrenuestros y 150 Avemarías, en recuerdo de los 150 Salmos. Ahora son 20 Padrenuestros y 200 Avemarías, al incluir los misterios de la luz.

La palabra Rosario significa "Corona de Rosas". Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave María le están dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la más importante de todas.

El Rosario esta compuesto de dos elementos: oración mental y oración verbal.

En el Santo Rosario la oración mental no es otra cosa que la meditación sobre los principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre. Estos veinte misterios se han dividido en cuatro grupos: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos.

La oración verbal consiste en recitar quince decenas (Rosario completo) o cinco decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras meditamos sobre los misterios del Rosario.

La Santa Iglesia recibió el Rosario en su forma actual en el año 1214 de una forma milagrosa: cuando Nuestra Señora se apareciera a Santo Domingo y se lo entregara como un arma poderosa para la conversión de los herejes y otros pecadores de esos tiempos. Desde entonces su devoción se propagó rápidamente alrededor del mundo con increíbles y milagrosos resultados.

Entre las varias formas y modos de honrar a la Madre de Dios, optando por las que son mejores en si mismas y mas agradables a Ella, es el rezo del Santo Rosario la que ocupa el lugar preeminente. Vale la pena recordar que entre las variadas apariciones de la Santísima Virgen, siempre Ella ha insistido en el Rezo del Rosario. Es así como, por ejemplo, el 13 de Mayo de 1917 en un pueblo de Portugal llamado Cova de Iria, la Santísima Virgen insiste con vehemencia el rezo del Rosario a los tres pastorcitos, en una de sus muchas apariciones a estos tres videntes.

Siendo un sacramental, el Santo Rosario contiene los principales misterios de nuestra religión Católica, que nutre y sostiene la fe, eleva la mente hasta las verdadades divinamente reveladas, nos invita a la conquista de la eterna patria, acrecienta la piedad de los fieles, promueve las virtudes y las robustece. El Rosario es alto en dignidad y eficacia, podría decirse que es la oración más fácil para los sencillos y humildes de corazón, es la oración más especial que dirigimos a nuestra Madre para que interceda por nosotros ante el trono de Dios.

El Santo Rosario prolonga la vida litúrgica de la Iglesia pero no la sustituye, al contrario enriquece y da vigor a la misma liturgia. Es por ello, que el Santo Rosario se enmarca como una plegaria dentro de la religiosidad popular que contiene un gran tesoro de volares que responde con sabiduría cristiana a los grandes interrogantes de la existencia.

El pueblo latinoamericano es profundamente Mariano, reconoce con una gran sabiduría popular católica, que llegamos a Jesús Salvador a través de Maria Santísima su Madre y desde los mismos tiempos del descubrimiento y de la conquista de América, se genero una gran devoción por la Virgen Maria; en Ella, nuestros pueblos siempre han mirado el rostro maternal de quien nos trajo la salvación y con la primera manifestación explicita de la Reina del Cielo en tierra americana, con rostro y figura de mujer mestiza, en México, se acrecentó aun mayor el amor y la devoción a ella en todos los países hispano parlantes, reconociéndola como nuestra propia Madre, llena de amor, de misericordia y de piedad para con sus hijos. Sentimiento que va en relación directa con el origen mismo de la Maternidad Divina: Maria es Madre de Dios Redentor es también verdaderamente la Madre de todos los miembros de Cristo, porque Ella colaboro con su amor a que nacieran en la Iglesia, los creyentes, miembros de aquella cabeza que es Cristo.

El paso del tiempo, las costumbres modernas, y la innovación de formas de oración, no pueden dejar a un lado el rezo del Santo Rosario. De hecho, los Santos Padres y los Santos han tenido una profunda devoción a este sacramental, nosotros como católicos y como amantes de la Reina del Cielo hemos de ser fervientes devotos del Rosario. Es digno de recordar que la familia que reza unida permanece unida, Que la recitación piadosa y consciente del Santo Rosario nos traiga la paz al alma y nos una mas estrechamente a Maria para vivir auténticamente nuestro cristianismo.

Tecnologías de la información y la comunicación (TIC)

Tecnologías de la información y la comunicación (TIC)

 

Las tecnologías de la información y la comunicación son un conjunto de servicios, redes, software, aparatos que tienen como fin el mejoramiento de la calidad de vida de las personas dentro de un entorno, y que se integran a un sistema de información interconectado y complementario. Esta innovación servirá para romper las barreras que existen entre cada uno de ellos.

Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), son un solo concepto en dos vertientes diferentes como principal premisa de estudio en la ciencias sociales donde tales tecnologías afectan la forma de vivir de las sociedades. Su uso y abuso exhaustivo para denotar modernidad ha llevado a visiones totalmente erroneas del origen del término.

Las tecnologías como tal no se encargan del estudio, desarrollo, implementación, almacenamiento y distribución de la información mediante la utilización de hardware y software como recursos de los sistemas informáticos.

Como concepto sociológico y no informático se refieren a saberes necesarios que hacen referencia a la utilización de multiples medios informáticos para almacenar, procesar y difundir todo tipo de información, telemática, etc. con diferentes finalidades formación educativa, organización y gestión empresarial, toma de decisiones en general, etc.

Aportaciones de las TIC

- Fácil acceso a todo tipo de información, sobre cualquier tema y en cualquier formato (textual, icónico, sonoro), especialmente a través de la televisión e Internet pero también mediante el acceso a las numerosas colecciones de discos en soporte CD-ROM y DVD: sobre turismo, temas legales, datos económicos, enciclopedias generales y temáticas de todo tipo, películas y vídeos digitales (se están digitalizando en soporte DVD toda la producción audiovisual), bases de datos fotográficas...

La información es la materia prima que necesitamos para crear conocimientos con los que afrontar las problemáticas que se nos van presentando cada día en el trabajo, en el ámbito doméstico, al reflexionar…

- Instrumentos para todo tipo de proceso de datos. Los sistemas informáticos, integrados por ordenadores, periféricos y programas, nos permiten realizar cualquier tipo de proceso de datos de manera rápida y fiable: escritura y copia de textos, cálculos, creación de bases de datos, tratamiento de imágenes... Para ello disponemos de programas especializados: procesadores de textos, editores gráficos, hojas de cálculo, gestores de bases de datos, editores de presentaciones multimedia y de páginas web..., que nos ayudan especialmente a expresarnos y desarrollar nuestra creatividad, realizar cálculos y organizar la información

- Canales de comunicación inmediata, sincrónica y asíncrona, para difundir información y contactar con cualquier persona o institución del mundo mediante la edición y difusión de información en formato web, el correo electrónico, los servicios de mensajería inmediata, los fórums telemáticos, las videoconferencias, los blogs y las wiki...

- Almacenamiento de grandes cantidades de información en pequeños soportes de fácil transporte (pendrives, discos duros portátiles, tarjetas de memoria...). Un pendrive de 1 Gbyte puede almacenar alrededor de un mil millones de caracteres, un volumen equivalente a mil libros de cientos de páginas y a miles de fotografías de calidad media. Y un disco duro portátil de 200 Gbytes, puede almacenar muchos largometraje con buena calidad de imagen.

- Automatización de tareas, mediante la programación de las actividades que queremos que realicen los ordenadores, que constituyen el cerebro y el corazón de todas las TIC. Ésta es una de las características esenciales de los ordenadores, que en definitiva son "máquinas que procesan automáticamente la información siguiendo las instrucciones de unos programas".

- Interactividad. Los ordenadores nos permiten “dialogar” con programas de gestión, videojuegos, materiales formativos multimedia, sistemas expertos específicos... Esta interacción es una consecuencia de que los ordenadores sean máquinas programables y sea posible definir su comportamiento determinando las respuestas que deben dar ante las distintas acciones que realicen ante ellos los usuarios.

- Homogeneización de los códigos empleados para el registro de la información mediante la digitalización de todo tipo de información: textual, sonora, icónica y audiovisual. Con el uso de los equipos adecuados se puede captar cualquier información, procesarla y finalmente convertirla a cualquier formato para almacenarla o distribuirla. Así por ejemplo, hay programas de reconocimiento de caracteres que leen y convierten en voz los textos, programas de reconocimiento de voz que escriben al dictado, escáneres y cámaras digitales que digitalizan imágenes...

- Instrumento cognitivo que potencia nuestras capacidades mentales y permite el desarrollo de nuevas maneras de pensar.

La Eucaristía

La Eucaristía

 

La Eucaristía es la consagración del pan en el Cuerpo de Cristo y del vino en su Sangre, renueva mística y sacramentalmente el sacrificio de Jesucristo en la Cruz.

Por otra parte, la recepción de Jesucristo sacramentado bajo las especies de pan y vino en la sagrada Comunión significa y verifica el alimento espiritual del alma. Y así, en cuanto que en ella se da la gracia invisible bajo especies visibles, guarda razón de sacramento.

Tiene razón de sacrificio en cuanto se ofrece, y de sacramento en cuanto se recibe.

La Eucaristía es el sacramento en el cual, bajo las especies de pan y vino, Jesucristo se halla verdadera, real y substancialmente presente, con su cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad.

Es por eso, el más grande e importante de los sacramentos, de donde salen y hacia el que van todos los demás, centro de la vida litúrgica, expresión y alimento de la comunión cristiana.

La Eucaristía fue también preanunciada varias veces en el Antiguo Testamento.

  • Salomón en el libro de los Proverbios: "La Sabiduría se edificó una casa con siete columnas (los siete sacramentos), preparó una mesa y envió a sus criados a decir: " Venid, comed el pan y bebed el vino que os he preparado". (Prov. 9,1).
  • El profeta Malaquías, hablando de las impurezas de los sacrificios de la ley: "Desde donde sale el sol hasta el ocaso, grande es mi nombre entre las gentes, y en todo lugar se sacrifica y ofrece a mi nombre una oblación pura" (Mal. l,10ss).

La verdad de la presencia real, corporal y substancia de Jesús en la Eucaristía, fue profetizada por el mismo Señor antes de instituirla, durante el discurso que pronunció en la Sinagoga de Cafarnaúm, al día siguiente de haber hecho el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces. "Yo soy el pan de la vida, si uno come de este pan vivirá para siempre, pues el pan que yo os daré es mi carne, para la vida del mundo" (Jn.6,32-34, 51).

El signo externo del sacramento, son la materia (pan y vino) y las palabras de la consagración (forma).

Confiere la gracia, como afirma el mismo Cristo: "El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna".(Jn 6,54), o sea, la gracia, que es prenda de vida eterna.

Fue instituido por Jesucristo en la Ultima Cena, como consta repetidamente en la escritura: "Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y dándoselo a los discípulos, dijo: "Tomad y comed, esto ES mi cuerpo". Y tomando el cáliz y dando gracias, se lo dio, diciendo: "Bebed de el todos, que esta ES mi sangre del Nuevo Testamento; que será derramada por muchos para remisión de los pecados". (Mt.26,26-28).

La materia para la confección de la Eucaristía es el pan de trigo y el vino de la vid. Esta es una verdad de fe definida en el Concilio de Trento.

El recibir la Eucaristía produce en el alma los siguientes efectos:

  • Aumento de la gracia santificante.
  • Producción de gracia sacramental.
  • Perdón de los pecados veniales.
  • Es prenda de vida eterna.

Sabemos que el único sacramento absolutamente indispensable para salvarse es el bautismo: si un niño recién bautizado muere, se salva, aunque no haya comulgado. Sin embargo, para un bautizado que ha llegado al uso de razón, la Eucaristía resulta también requisito indispensable, según las palabras de Jesucristo: "Si no coméis la Carne del Hijo del Hombre y no bebéis su Sangre, no tendréis vida Eterna". ( Jn.6,53.

No sería razonable que un hombre alcanzara la salvación que es unión con Dios, sin tener en la tierra al menos el deseo de la Eucaristía, que es también unión con Dios.

La iglesia ordena en su tercer Mandamiento de La Santa Madre Iglesia, que al menos una vez al año y por Pascua de Resurrección, todo cristiano con uso de razón debe recibir la Eucaristía. También hay que comulgar cuando se está en peligro de muerte.

Esto es lo que la Iglesia nos sugiere como mínimo, ya que desea que se reciba al Señor con frecuencia, incluso diariamente.

Lo que se realiza, pues, en la Eucaristía es la conversión del pan y del vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo, que es lo que llamamos la transubstanciación.

Bajo cada una de las especies sacramentales (pan y vino), y bajo cada una de sus partes cuando se fraccionan, está contenido Jesucristo entero, con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad.

Lo cual quiere decir que Cristo está presente hasta en una migajita de la hostia, por eso el sacerdote tiene mucho cuidado al dar la comunión de que no se caiga ningún pedacito al suelo.

A la Misa se le llama BANQUETE EUCARISTICO. ¿ Porqué se le ha dado este nombre de Banquete Eucarístico?

  • Jesús cuando hablaba del Reino de los Cielos lo comparaba con un banquete. Y su Ultima Cena que fuera como un banquete, como un festín, una comida entre amigos. Un banquete es una comida alegre. Se colocan los manteles mas bonitos, la mejor cristalería, luces y flores. Hay música y canciones. Los corazones están llenos de alegría. Así es la Misa.
  • Si hay un banquete es porque se celebra un acontecimiento importante. Por eso cada banquete es la celebración de un acontecimiento, en cada Misa se celebra el acontecimiento de nuestra salvación.
  • El banquete no lo hacemos solos. Nos encontramos con personas que llegan de otras partes, venidos de distintos sitios y condiciones, y allí nos sentimos unidos por nuestro común amor a Cristo y a su Iglesia. Sentimos comunión de unos para otros.
  • En un banquete nos alimentamos con manjares escogidos. En la Santa Misa Dios nos alimenta con el Pan bajado del cielo que es el cuerpo de Cristo, del cual dijo el mismo Jesús: "El que coma de este pan vivirá para siempre" (Jn 6).

¿ Es nuestra misa una fiesta? ¿Participamos en ella con alegría? ¿nos sentimos más hermanos en cada celebración? ¿Comemos el Pan Celestial comulgando? Sería muy triste que nos dijeran: "vengan a ver comer a los demás". Eso no sería un verdadero banquete para nosotros. Y si no comulgamos en la Misa nos quedaremos así: viendo comer a los demás mientras que nosotros seguimos desfallecidos de debilidad espiritual. Jesús dijo: "Tomad y comed" y no solamente " Tomad y mirad".

Quiere que nos alimentemos con su cuerpo en la Eucaristía. Nos preparemos lo mejor posible, pero no nos quedaremos sin comulgar.

¿Qué responder a los que dicen: "yo no comulgo porque soy pecador?

San Francisco de Sales respondía así: Si eres débil debes comulgar para volverte fuerte. Si has pecado mucho te conviene comulgar (después de confesarte bien) para que la presencia de Jesucristo te traiga fuerzas para no seguir pecando tanto. Si te domina el mal genio, al recibir en la comunión al que es "manso y humilde de corazón", El te irá contagiando de su bondad y su buen genio. Si tienes inclinación a la impureza y al vicio, la presencia en tu alma de Cristo el Cordero Inmaculado que jamás tuvo la más mínima mancha de pecado, te irá dando fortaleza hacia todo lo que es impuro, y amor por la virtud. Si te vence el orgullo, Jesús que es humilde te irá haciendo semejante a El. No comulgas por que ya eres santo, sino porque deseas llegar a la santidad. Y sin comulgar no lo lograrías quizá jamás.

Imagenes sí, Idolos no

Imagenes sí, Idolos no

 

1.- Imágenes e idolos

Cuando en la Biblia se lee el libro del éxodo u otros donde aparentemente se prohíbe tener imágenes no se está refiriendo a cualquier tipo de imágenes, sino a los ídolos.

Aquí está el tremendo error de muchas sectas religiosas. Ellos creen que una imagen es lo mismo que un ídolo y eso no es así.

Hay una gran diferencia entre una imagen y un ídolo. Una imagen es cualquier tipo de estatua o fotografía que representa a alguien o algo, mientras que un ídolo es un falso dios que se pone en lugar de Dios, como en el caso del becerro de oro.

Cuando en la Biblia se «habla de prohibición de imágenes» está refiriendo a los idolos y no a cualquier tipo de imagen. De hecho, si leemos atentamente, en el versículo anterior se habla claramente de "otros dioses".

No habrá para ti otros dioses delante de mí (Ex 20,3).

La prohibición es sobre el tener idolos o falsos dioses, y eso es algo que tú no tienes, sino simplemente imágenes

2.- Dios mismo mandó hacer imágenes.

Cuando alguien te diga que de todas maneras Dios prohíbe tenerlas eso no es cierto. Al contrario, en todas las Biblias del mundo vamos a encontrar pasajes bíblicos donde Dios mismo mandó hacer imágenes. Veamos algunos ejemplos:

Ex 25,1 Dios le habla a Moisés para decirle cómo construir el templo.

Ex 25,8 En ese Santuario iba a habitar Dios.

Ex 25,18 Leamos ahora qué mandó Dios hacer y poner en el templo donde él se iba a manifestar:

"Asimismo, harás dos querubines de oro macizo, labrados a martillo, y los pondrás en las extremidades del Lugar del Perdón, uno a cada lado"

(Ex 25,18).

La Biblia claramente nos dice que Dios mandó hacer imágenes de dos querubines o ángeles. Así es, las manda hacer. Ordena colocarlas en su templo y allí, él se iba a manifestar. Qué diferencia a lo que han dicho las sectas por muchos años.

Hace tiempo estaba un hermano dialogando con una persona que iba con los "bautistas" y esta afirmaba con mucha seguridad que eso no estaba en la Biblia y cuando leyeron en su propia Biblia se quedó sorprendido y dijo: ¡Creo que Dios se está contradiciendo! En realidad era él quien se estaba contradiciendo.

Es obvio que si Dios las mandó hacer es porque no estaba en contra de ello. Lo que él rechaza no es el tener imágenes, sino ídolos ó dioses falsos que es algo muy diferente. Esos querubines iban a ser puestos encima del Arca de la Alianza (Ex 25,20) y así iban a estar por siglos y siglos.

Esa no fue la única vez que mandó a hacer imágenes.

Busque ahora en su Biblia el siguiente pasaje:

«Moisés habló por el pueblo y Yahvé le respondió: "Haz una serpiente de bronce, ponla en un palo y todo el que la mire, sanará».

(Núm 21,8-9).

Esa imagen más adelante sería destruida porque el pueblo de Israel ya no la veía como una imagen sino como un dios. Eso nos confirma lo que hemos explicado. Que lo que la Biblia prohibe no son las imágenes, sino los idolos. Nosotros nunca adoramos las imágenes, solamente las respetamos o veneramos.

3.- Arrodillarse ante imágenes y personas es bíblico.

Es común oir a muchos miembros de las sectas decir que el arrodillarse ante una imagen eso sí es idolatría. Que Dios prohíbe rendirle culto de esa manera y que por eso los católicos son idólatras. Eso es falso y una muestra más de la mala interpretación bíblica.

Cuando en la Sagrada Escritura se habla del caso de Pedro o del Angel que dicen que no se arrodillen delante de ellos es por que los que hicieron eso, estaban considerándolos como ‘dioses’. Por eso, los dos casos mencionados nos vuelven a confirmar que si alguien se postra pensando en adorar o rendir ese culto a una persona o a una imagen eso está mal. En cambio, si alguien se arrodilla simplemente haciéndolo como un gesto de respeto o cariño, no tiene nada de malo.

Primero vayamos a ver qué hizo Josué, que es el jefe y sucesor de Moisés.

«Entonces Josué y todos los jefes de Israel, rasgaron sus vestidos, se cubrieron de cenizas la cabeza y permanecieron postrados delante del Arca de Yavé hasta la tarde»

Jos 7,6

Se postraron delante del Arca y allí estaban las dos imágenes de querubines y no pasó nada, ni Dios se molestó como lo dicen algunos.

El otro caso es el siguiente:

«Llegó hasta el hombre de Dios y se postró a sus pies» 2 Rey 4,27

Incluso alguien la quiso levantar y el profeta les dijo que no, que la dejaran. Entonces el arrodillarse no es malo, sino el hacerlo pensando adorar. Para nosotros simplemente son imágenes que respetamos.

4.- Rezamos a la persona, no a las imágenes.

Este es el segundo aspecto a aclarar. Cuando un católico está orando y delante de él hay una imagen, nunca pensamos pedirle a la imagen. A la imagen no le pedimos, es a la persona que nos recuerda esa imagen a la que estamos orando. Nunca hemos creído o enseñado que las imágenes hablen, vean y caminen. Para nosotros simplemente es una representación de Jesús, María o de algún santo. Si nos quitan la imagen seguimos orando igual.

Nosotros oramos por fe, no por la vista. ¿Acaso alguna vez le han dicho en la Iglesia Católica que es obligatorio tener imágenes para orar? Claro que no. Para nosotros simplemente es una imagen. Besarla o ponerle flores son solamente formas de mostrar nuestro cariño a las personas que representan. ¿Recuerda usted cuando al ver la foto de la novia y futura esposa la besábamos pensando en ella? ¿Nunca lo hizo usted? En realidad a quien queríamos besar era a la novia, no a la foto.

Lo que sucede es que el protestante se imagina que le pedimos a la imagen y eso es algo que no hacemos, ni creemos. Oramos a Jesús, María o a un santo, la imagen solamente nos recuerda a cada uno de ellos. Es por eso que en la Biblia, como ya leímos, Dios mandó hacer imágenes, porque simplemente son representaciones.

5.- El Rey «sabio» Salomón hace imágenes para el templo de Dios.

Esto es algo que hay que subrayar. En la Palabra de Dios encontramos que hay un Rey que se distinguió grandemente por su sabiduría e inteligencia, fue el Rey sabio Salomón(2 Cro 2,10-11). Pues bien, leamos atentamente la Biblia y veamos lo que este rey sabio hizo:

1 Rey 6,2 Salomón construye el templo a Dios.

1 Rey 6,23 Hizo dos querubines(ángeles) de cinco metros de alto.

1 Rey 7,29 El panel estaba lleno de imágenes de leones, bueyes y ángeles.

¿Qué te parece? Por un lado tenemos a hermanos protestantes diciendo que la Biblia prohibe hacer y tener cualquier imagen, y por otro lado tenemos al Rey Sabio Salomón haciando imágenes y colocándolas en el templo para rendirle culto a Dios.

6.- A Dios le agradó ver su templo lleno de imágenes.

Supongamos que en ese día que Salomón terminó el templo a Dios, están un católico y un protestante en la puerta de ese templo. Al entrar, el católico lo vería como algo normal y haría su oración. En cambio, el protestante se escandalizaría y a lo mejor hasta le reclamaría al rey sabio acusándolo de idolatría y se saldría de ese lugar inmediatamente. Pues bien, veamos en la Biblia cuál fue la reacción de Dios al ver ese templo lleno de imágenes en donde le rendirían honra. ¿Le gustó o le molestó? Vayamos una vez más a la Biblia:

... la nube llenó la Casa de Yahvéh. Y los sacerdotes no pudieron continuar con la ceremonia a causa de la nube, pues la gloria de Yahvé había llenado la Casa. Entonces Salomón dijo: «Yahvé ha dicho que permanecería en una espesa nube». 1 Rey 8, 10-12

Sin duda que esto nos confirma lo que yo muchas veces menciono en los cursos: «el protestante lee mucho la Biblia, pero la entiende muy poco». De buena fe, pero de poco cocimiento bíblico. Se salieron de la Iglesia Católica sin conocer la Palabra de Dios, y siguen allá sin conocerla».

7.- Dialogando con un pastor protestante sobre "procesión con imágenes".

Hace tiempo, al terminar un curso en Oklahoma, un católico fue a dialogar con un pastor protestante y hablaron sobre este tema. Cuando se dio cuenta que la Biblia no prohíbe tener imágenes, ni arrodillarse ante ellas, ni tenerlas en el templo, entonces dijo que lo que sí estaba prohibido era pasearlas porque eso sí era idolatría.

Entonces le dijo que buscara la siguiente cita bíblica:

"David reunió a todo lo mejor de Israel, unos 30.000 hombres. Se levantó David y partió con todo el pueblo que estaba con él a Baalá de Judá para subir desde allí el arca de Dios que lleva el nombre de Yahvé quien se sienta sobre los querubines. Cargaron el arca de Dios en una carreta nueva y la llevaron de la casa de Abinadab que está en la loma. Uzzá y Ajyó, hijos de Abinadab, conducían la carreta con el arca de Dios".

2 Sam 6,1-3

Allí encontramos que está:

* El Rey.

* El pueblo.

* El Arca de la Alianza.

* Las imágenes de ángeles (querubines).

* La carreta.

* Y la llevan de un lugar a otro.

¿Eso es una procesión?, le pregunto al pastor.

Se queda pensando y... -Nó--me dice--eso no era una procesión, era una mudanza, pues se estaban cambiando de casa. Qué increíble ocurrencia con tal de no aceptar la verdad.

Por supuesto que no era una mudanza, le replico, siga leyendo los versículos siguientes

(2 Sam 6,5) y allí dice que iban cantando, tocando instrumentos y danzando. ¿Acaso cuando alguien se cambia de casa le dice al chofer: "Cántenme alabaré en el camino"?. No. Eso no era mudanza, era una procesión con imágenes, y lo dice en todas las biblias del mundo.

8.- Las imágenes en el Nuevo Testamento.

Profundizando un poco más en la Biblia vayamos ahora al Nuevo Testamento y encontremos que las dos veces que Nuestro Señor Jesucristo habló de las imágenes en ninguna parte las condenó al estilo protestante. Las menciona y sigue adelante sin darle ninguna importancia:

"Así como la serpiente fue levantada en el desierto, así el hijo del hombre será levantado para que todo el que crea en él tenga vida eterna"

Jn 3,14-16

La imagen a la que se refiere Jesús es la serpiente de bronce que hizo Moisés.(Num 21,8) Lo menciona y no le da más importancia. Como también nosotros lo creemos, era simplemente una imagen.

El otro caso lo encontraremos cuando Jesús habla acerca de los impuestos, pues le preguntan si hay que pagarlos o no:

"¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: "Del César." Jesús les dijo: Dad al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios." Mc 12,16-17

Directamente Jesús habla de una imagen y no dice nada acerca de la idolatría. Hubiera sido un excelente momento para hacerlo, pero él no pensaba así. Lo que tenía en sus manos era una imagen y nada más.

Ni modo, mucho hermanos separados se confundieron y no supieron distinguir entre una imagen y un ídolo. Por eso su confusión.

¿QUE DICE LA BIBLIA DE MARIA?

¿QUE DICE LA BIBLIA DE MARIA?

 

1. María esclava del Señor.

Dijo María: "He aquí la esclava del Señor." Lee: Lucas 1,38. María no es una diosa sino hija de Adán. "Ella se consagró totalmente como esclava del Señor, sirviendo a la persona y a la obra de su Hijo". Estudia. Lumen Gentium n. 56.

2. María es la primera cristiana.

Como modelo de todo verdadero creyente ya que ella nos precedió a todos en el camino de la fe y cooperó activamente en el plan de redención con su "sí" a Dios: "Hágase en mí según tu palabra." Lee: Lucas 1,38.

3. María modelo de fe y obediencia.

"La Virgen María realiza de la manera más perfecta la obediencia de la fe... Durante toda su vida, y hasta su última prueba, cuando su hijo murió en la cruz, su fe no vaciló". Lee: CIC n. 148 ss. Si por la desobediencia e incredulidad de una mujer, Eva, todos sufrimos la consecuencia del pecado y de la muerte; también por la fe y obediencia de una mujer, María, todos nos beneficiamos. Lee: Génesis 3,15.

4. María es hija de Dios Padre.

Todos somos hijos de Dios, pero ella es la elegida de Dios "entre todas las mujeres" desde el primer instante de su concepción. Por ello el ángel la llama: "llena de gracia", es decir, desde el principio. De no ser así, el ángel le hubiera dicho: "serás llena de gracia" es decir, antes no, pero ahora sí. Catecismo de la Iglesia Católica (CIC 490 ss.).

5. María es Madre de Dios Hijo.

Jesucristo en cuanto a su divinidad tiene un solo Padre, el que lo engendró en los cielos. Lee: Hebreos 1,5. Jesucristo en cuanto a su humanidad tiene una sola Madre, la que lo engendró en la tierra, Lee: Lucas 1,31. María no es una diosa porque no engendró a Cristo en cuanto a su divinidad, pero sí es Madre de Dios porque engendró a Cristo en cuanto a su humanidad. Y como en Cristo hay una sola persona, la persona divina del Verbo, María es Madre de Dios.

6. María es sagrario del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra. Lee: Lucas 1,35. Moisés se descalzó ante la zarza ardiente. ¿Acaso esto es idolatría? No, porque en la zarza se manifiesta Yahvé. Lo mismo María, ella es la zarza ardiente de la teofanía definitiva: llena del Espíritu Santo, nos presenta al Verbo. CIC 724. Y por eso nos arrodillamos ante ese sagrario que tiene a Jesús en brazos. Lee: Mateo 2,11.

7. Virgen y Madre.

María concibe y da a luz al Hijo de Dios con y por medio del Espíritu Santo. Su virginidad se convierte en fecundidad única por medio del poder del Espíritu. Lee: Mateo 1,23; CIC 723.

¿QUE LUGAR DAMOS A MARIA?

1. El que Dios Padre le da. Dios manda alabar a María.

El ángel Gabriel enviado por Dios saludó a María con estas palabras: "Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo". Lee: Lucas 1,28. Si así alaban a María los siervos de Dios en el cielo, los siervos de Dios en la tierra ¿no debemos hacer lo mismo?

2. El que le da el Hijo.

Jesucristo honraba su Madre. Hagámonos estas preguntas: ¿Era María la madre de Jesús? Sí, sí lo era. Así la llaman los evangelistas. Lee: Juan 2,1. ¿Jesucristo cumplió los diez mandamientos? Por supuesto que sí. ¿Jesucristo cumplió el 4º mandamiento: "Honrarás a tu padre y a tu madre"? Yo pienso que sí.

Por tanto Jesucristo honraba a María su madre, más aún "les obedecía y les estaba sujeto". Lee: Lucas 2,51 ¿No debemos hacer los cristianos otro tanto? ¿Cómo podemos ser en verdad hermanos en Cristo si no tenemos una madre en Cristo?

Si Jesucristo es modelo de todas las virtudes, ¿Cómo es posible que algunos cristianos prediquen a un Cristo que ni siquiera reconoce a su madre, un Cristo que trata a su madre "como una mujer cualquiera"? ¿Ese es el Cristo que predicas a tus hijos?

3. El que le da el Espíritu.

El Espíritu inspira alabanzas a María. La Biblia dice que "Isabel fue llena del Espíritu Santo y exclamó con gran voz: ´Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre´" Lee: Lucas 1,42. Hoy hay muchas personas que dicen poseer el Espíritu pero ¿qué espíritu será ese? Lee: 1 Juan 4,1 ¿Será el Espíritu Santo o será otro espíritu? No lo sabemos. Lo que sí sabemos, de lo que sí estamos seguros, es que los que se llenan del Espíritu alaban a María con estas palabras: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre". Por eso todo verdadero carismático será siempre mariano. Estudia CIC 722 ss.


4. El que le da la Biblia.

La Biblia
le da a María un puesto importante al lado de Jesús. Los Evangelios nos la presentan como activa colaboradora en la misión de su Hijo. En Belén da a luz a Jesús, lo presenta a los pastores, a los magos y en el Templo; convive con El treinta años en Nazareth; intercede en Caná; sufre al pie de la cruz; ora en el cenáculo. Por tanto, hacer a un lado a María, separarla de Cristo, no es lo que la Biblia enseña. Si los Reyes Magos adoraron a Jesús en brazos de María, ¿será idolatría imitar su ejemplo?

5. El que le da la Iglesia.

La Iglesia
nos presenta a María como Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. "Pero todo esto ha de entenderse de tal manera que no reste ni añada nada a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador" (S. Ambrosio). La luna brilla porque refleja la luz del sol. La luz de la luna no quita ni añade nada a la luz del sol, sino manifiesta su resplandor. Lo mismo, la mediación de María, depende de la de Cristo único mediador. Lee: 1 Timoteo 2,5 y estudia CIC 970.

¿QUE ENSEÑA LA IGLESIA DEL CULTO A MARIA?


El culto a María está basado en las palabras proféticas: "Todas las generaciones me llamarán Bienaventurada, porque ha hecho en mi maravillas el Poderoso". Lucas 1, 48-49. La primera parte es un mandato: "me llamarán", la segunda parte explica la razón: no porque es una diosa, como pretenden los evangélicos, sino por las maravillas que el Poderoso hizo en ella. Así como María presentó a los pastores al Salvador, a los Magos al Rey, al sacerdote a la Víctima, para que lo adoraran, le presentaran dones y se alegraran con el gozo de su venida; así el culto a la Madre, hace que el Hijo sea mejor conocido, amado, glorificado y que a la vez sean mejor cumplidos sus mandamientos. Estudia Lumen gentium, n. 66 y 67.

El Papa Pablo VI recomendaba que, en las expresiones de culto a María, se hiciera resaltar todo lo que se refiere a Cristo, Estudia: Marialis cultus n. 25; y nuestra devoción la debemos mostrar especialmente en la imitación de sus virtudes: el amor a su Hijo, su fe firme, su fidelidad hasta el pie de la cruz, su obediencia al Espíritu Santo quien obró en ella maravillas. Lee: Marialis cultus n. 26 y estudia CIC n. 963 ss.

¿ES MARIA NUESTRA MADRE?

Cristo es la Cabeza de la Iglesia que es su Cuerpo. Lee: Efesios 1,22. Pero una madre no engendra sólo la cabeza sino también el cuerpo de su hijo. Por tanto si los cristianos somos miembros del cuerpo de Cristo que es la Iglesia, entonces María es también Madre nuestra. Por ello Jesús dijo a su discípulo amado, que representaba a todos los cristianos: "Ahí tienes a tu madre". Lee: Juan 19,27 y CIC 967.

¿CREES TU EN LAS PROFECIAS?

La Biblia enseña que María dijo estas palabras proféticas: "Desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones". Lee: Lucas 1,48. En estas palabras hay que distinguir tres cosas. Primero. Es un mandato; "me llamarán". ¿Obedeces tú este mandato? Segundo. No se excluye a ninguno; "todas las generaciones", es decir todos los hombres de todos los tiempos. "Generación" significa la descendencia o miembros de una familia. Lee: Mateo 1,1. ¿Perteneces tú a esta "generación"? Tercero. Es una profecía; María anuncia cual será el distintivo de esa nueva generación, de esa nueva familia de Cristo, los cristianos: que de ahí en adelante todos la llamarán Bienaventurada. ¿Perteneces tú a esta familia?

¿HAS LEIDO EL APOCALIPSIS?

Algunos ignoran, lo que dice el capítulo 12 del Apocalipsis. "Una gran señal apareció en el cielo, una mujer vestida de sol con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza". ¿Quién es esa mujer y por qué está en el cielo? Si no es Madre del Hijo de Dios, ¿cómo es que da a luz al varón que se sienta junto al trono de Dios? Si no es Reina, ¿cómo es que está coronada? Si está muerta, ¿cómo es que aparece viva? Si no fue asunta a los cielos, ¿cómo es que aparece en el cielo? Si no es la llena de gracia, ¿cómo es que está vestida por el Sol de Justicia? Si no es la virgen que da a luz, lee: Isaías 7, 11-14, ¿por qué Juan la llama "señal"? Si no es la Nueva Eva, lee: Génesis 3,15, ¿cómo es que está en pugna contra el dragón? Si la Biblia dice todo esto de María ¿cómo puede haber cristianos que afirman saber mucha Biblia y no saben esto?

CONCLUSION

María no es una diosa sino hija predilecta del Padre, madre de Dios Hijo, sagrario del Espíritu Santo. Nuestra devoción se dirige a imitar sus virtudes, nuestro culto a proclamar las maravillas que en ella ha hecho el Todopoderoso.

ORACION

"Señor Jesús, yo creo que tú eres mi único Salvador y por tanto acepto todos los medios que me das para mi salvación. Tú me dices: "Ahí tienes a tu Madre" y yo lo creo, el Espíritu Santo me manda llamarla "bienaventurada" y yo obedezco, tú la amas y yo también. Amén